Lamento no contestar tu mensaje

A veces pienso que de un tiempo para acá comenzamos a medir nuestras amistades en la rapidez con la que contestamos el chisme en Whatsapp o cuantos emojis ponemos en la última foto de Instagram de nuestras amigas. En un tiempo en el que siempre tenemos el celular en la mano podría parecer grosero no contestar el mensaje que vimos desde la barra de notificaciones. Las relaciones interpersonales son una cosa de medir y entender. ¿de verdad somos amigxs de alguien o solo intercambiamos mensajes y stickers en chat?

La cuarentena ha cambiado las relaciones que tenemos con nuestros amigos, nuestras familias e incluso con nosotrxs mismxs. Antes podía ver a mis amigas todos los días y podía sentarme a contarles que había hecho mientras procastinaba y evitaba mis responsabilidades. La cuarentena no significa que no podamos hablar con las personas que queremos pero definitivamente no es lo mismo vernos las caras por una pantalla a vernos frente a frente. Ahora tenemos que hacer videollamada y mandarnos mensajes a cada rato para sentirnos cerca a la otra persona. Sin embargo, todo el día estamos frente a la pantalla del computador mientras a cada rato miramos la pantalla del celular para no perdernos ningún mensaje. Justo después de que acabo todas mis responsabilidades lo único que quiero hacer es dormir pero ahí están todos esos mensajes que hay que responder.

No digo que ignores a tus amigxs porque seguramente ellxs tampoco están felices por estar encerradxs y no poder salir. Tampoco digo que la solución sea desentendernos de la humanidad y hacer de cuenta que no hay nadie allá afuera que puede necesitarnos. Y mucho menos estoy sugiriendo que no seas responsable con los sentimientos de lxs demás y dejes de responder a sus mensajes sin una explicación. Aquí lo que estoy diciendo es que tenemos que dejar de pensar que las amistades se basan en ser el chat más reciente de Whatsapp de alguien más. Tenemos que dejar de pensar que para tener una buena amistad tenemos que hablar todos los días a toda hora. En fina, las amistades no deberían medirse pero si de alguna forma se midieran no debería ser cuantos stickers intercambian al día. No responder ese mensaje no te hace mal amigo si no lo respondes porque estás tan agotado que no quieres saber nada de nadie. El punto de todo esto es que así como te preocupas por contestar ese mensaje deber preocuparte por ti mismo.