Siempre he querido ser extraordinaria

¿les ha pasado que en algún punto de su día a día se sienten solo un ser humano más entre los 7 mil millones de personas que hay en el mundo? A mí me pasa más seguido de lo que me gusta admitirlo. Siento cómo me consume la normalidad y cómo me hundo dentro de una masa gigante de seres humanos que son todos iguales, que no se diferencian y que no logran nada. La verdad es que yo siempre he querido ser extraordinaria, no porque quiera ser más o mejor que los demás porque nunca los logros de ninguna persona la van a hacer más valido que otro. Pero el día a día me consume viva, me deprime y me reprime. Siempre he pensado que estamos hechos para dejar huella en el mundo, en la vida de las personas, en la vida de nuestros amigos y de nuestra familia. Pero, y aquí viene una pregunta importante: ¿Cómo definimos que es dejar huella? Muchas veces pienso que hice algo bien pero pienso que definitivamente, alguien más, en algún lugar del mundo incluso al lado mio, hizo algo mejor que yo. Creo que pensar que lo que hago siempre va a ser superado por lo que alguien más haga es otra cosa que me deprime y me reprime. Y es que pensar que en 80 o 100 años ya no voy a existir y que mi vida va a ser ignorada por toda la humanidad hace que quiera mil veces más ser extraordinaria. Imaginen ser Gabriel García Márquez, premio nobel de literatura y participe de un nuevo estilo literario, o ser Fidel Castro capaz de cambiar y estructurar un nuevo sistema económico en medio de la Guerra Fría, o ser Rosa Parks que comenzó el movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos luego de negarse a ceder su asiento a un hombre. El nombre de García Márquez, Castro o Parks siempre van a estar presentes en la historia junto con el de Newton o Einstein. Pero, una vez más, cómo decidimos qué es lo que nos hace extraordinarios. Yo seguiré buscando una forma de ser extraordinaria y así no sentir que mi vida es un desperdicio de tiempo y espacio. Por ahora, hay dos cosas por hacer: Ser extraordinarios - a nuestra manera - y dejar de compararnos con los demás.